domingo, 6 de julio de 2008

DIP. RUBÉN LANCETA. SU EXPOSICIÓN EN EL DEBATE POR LAS RETENCIONES.-





Antes que todo esto ocurriera, en una charla con un amigo politólogo y constitucionalista, él decía que las democracias jóvenes de América latina en algunos casos tienen estándares muy bajos de calidad institucional y que ello obedecía a su juventud, que si bien no era igual en todos los países, básicamente se debía a que se habían convertido en democracias de candidatos. Es decir que lo institucional estaba en un segundo plano, si bien es cierto que formaba parte de los discursos. Recurso institucional al que echan mano las democracias jóvenes de candidatos, como él lo llamaba, cuando incurren en algún problema o se debilitan por alguna razón, esto es, cuando es necesario sostener el gobierno. ¡La pucha que tenía razón!
El tema que estamos discutiendo ahora llegó al Congreso no por una convicción republicana y democrática, sino que en realidad llegó a cacerolazos. Pero bienvenido que haya llegado. (Aplausos.)

Estamos considerando una norma que es absolutamente inconstitucional por todo lo que aquí se dijo, pero también por algo más elemental y que no hay que ser abogado para saberlo: estamos ratificando una resolución ministerial por subdelegación de una delegación impropia e ilegítima del Poder Legislativo en el Ejecutivo, una norma jurídica de tercer orden, convirtiéndola en ley. Y, como si ello no bastase, decimos que convalidamos los actos realizados en función de ella.

La Resolución emblemática es la 125, pero, podemos hablar desde la número 11 del año 2002 hasta la 64, que es la última vigente. Esto es sencillamente una ofensa al intelecto y a la conciencia media del ciudadano argentino. Es flagrantemente inconstitucional.

Hoy podríamos crear retenciones mediante una ley, pero no ratificar una resolución. ¿Creemos que le vamos a dar legalidad a la ilegalidad manifiesta en la inconstitucionalidad que ya está caminando en Tribunales?

Esto es, realmente una aberración jurídica. Por suerte la votación se va a hacer en forma nominal. Entonces, al menos los que trabajamos de abogados vamos a poder explicar la posición que tuvimos en su momento, porque si esta iniciativa se consagra como ley no tengan que va a ser declarada inconstitucional por la Corte.

Pero, les doy una mala noticia. Para el hipotético caso –que seguramente no ocurrirá por la cantidad- que el ciento por ciento de los productores que vendieron durante la gestión del matrimonio Kirchner hasta la fecha hiciesen un reclamo, lograsen la declaración de inconstitucionalidad y fuesen por

.repetición, el Estado les debería abonar nada más y nada menos que la friolera de 70 mil millones de pesos, que es lo que han obtenido por las retenciones del sector agropecuario estos dos gobiernos. De los 120 mil, 70 mil son de este sector y 50 mil, del petróleo.

Las reservas no llegan a 50 mil millones de dólares. Ya me imagino emitiendo deuda de no sé qué bono, quizás bonos de la deuda ecológica, para colocarlo en algún mercado o para pedirle plata a Chávez. No tendrán otra posibilidad. Eso no va a ocurrir porque el ciento por ciento de los productores no van a ir a reclamar.

Seamos concientes de lo que estamos haciendo. Estamos ante una dicotomía. Hemos ideologizado un problema a partir del surgimiento de un escenario virtuoso. Basta de divisiones. No más las divisiones del pasado. Nos hemos notificado los argentinos que asomó a la vida nacional una nueva burguesía, pequeña y mediana, de base agroindustrial. En buena hora, bienvenida sea. Quizás ni los protagonistas eran concientes de la existencia y de la capacidad organizacional que tenían, y de la capacidad productiva que tenían en conjunto.

¿Tenemos que bancarlos?, ¿Sabemos quiénes son? Los demonizados pooles de siembra; los hay buenos y malos, y no a los buenos, donde tiene plata la ANSES, como lo han informado recientemente al presidente de mi partido, el senador Morales.

El campo vino a hacer lo que la política no hizo. Con motivo del surgimiento de esta nueva burguesía se corrió el velo en la República, se comenzó a hablar de institucionalidad, de federalismo, de la problemática energética. Se siguió hablando de corrupción, de la caja para el alineamiento permanente, de los políticos que no les son afines, ¿porque sabe qué?, una cosa es acumular poder y otra muy distinta es construir poder.

Hizo muy bien Kirchner en construir poder desde un 22 por ciento del electorado inicial, para recomponer la situación institucional. Lo construyó rápido y a billetera pura. Lo acumuló, perdón, no lo construyó, y lo que crece rápido y con esta metodología también fácilmente desfallece.

Se está degradando a la República, se está notificando la República lamentablemente de algo que parecía imposible. Los argentinos somos fantásticos para salir de las crisis, y somos tremendamente severos para meternos en crisis cuando no tenemos ninguna razón para meternos en esta crisis, ninguna.

Ninguna consultora del mundo, ningún politólogo del mundo podría explicarnos, y si hicieran un concurso quedaría vacante, cómo se hace, qué magia hay que tener, para rifar más de 40 puntos porcentuales de imagen positiva en cinco meses con un país que estaba en condiciones de crecer y consolidarse para el futuro de producir esos insumos, fertilizantes, agroquímicos, semillas y maquinarias agrícolas: hoy tenemos que importarlas a valor petróleo. Quiero saber cómo se computa ese escape de la matriz energética a la hora de verificar si las retenciones son o no son confiscatorias. Todos los productores dicen que los pequeños productores han empezado a perder plata.

No hay comentarios: