La ciudadanía esperaba el rechazo a la resolución 125 y Julio Cobos con su desempate, cumplió con ese legado en la madrugada del jueves pasado. Actuó con sentido común en la presidencia del Senado. Sería prudente que dejara de hacer un aprovechamiento especulativo del momento que atraviesa con aseveraciones falaces para conseguir el apoyo de la ciudadanía.
Frente al desmanejo de la crisis con el campo, que prefirió la confrontación al diálogo; y ante la coacción evidente del kirchnerismo hacia sus representantes legislativos, el Vicepresidente de la Nación recurrió al ideario radical y actuó en consecuencia.
Julio Cobos ha sido expulsado de la UCR por una falta grave de ética por el Tribunal de Ética y Disciplina del Partido, no por la mesa del Comité Nacional que integran 15 miembros de diferentes provincias. Por su parte, las intervenciones a los distritos, que deben contar con el voto favorable de los dos tercios de la conducción, son avaladas por la Cámara Electoral Federal. El caso de la intervención del distrito Mendoza, además fue ratificada por la Convención Nacional llevada a cabo en Avellaneda en Marzo de 2007.
No se hace uso de superpoderes ni delegaciones en la UCR. Todo el accionar del Comité Nacional esta ratificado por la Justicia, a pesar de las intromisiones del gobierno y el kirchnersimo. Como hasta ayer formaba parte de ese espacio político, Cobos no debería olvidarse que ha utilizado sus influencias para intervenir en la vida interna de un partido opositor como es la U.C.R.
La U.C.R. es un partido político independiente y autónomo, con todos sus cuerpos orgánicos -integrados por su democracia interna- funcionando a pleno; con representación federal y presencia nacional, con 117 años de vida. Con veintidós comités provinciales en actividad, las provincias que se encuentran intervenidas están en proceso de normalización tal como lo obliga la normativa vigente. Tierra del Fuego y Buenos Aires han elegido sus autoridades en el último mes en internas con la más amplia participación. Mendoza, Corrientes, Santiago del Estero y Río Negro lo harán próximamente en legítimos procesos internos.
La situación institucional que viven los partidos políticos no es un problema partidario exclusivamente, sino también de articulación en la sociedad. Sin embargo, el Radicalismo sigue siendo una organización colectiva con ideas y valores; con normas de funcionamiento según lo prescribe la Ley; con proyectos y militantes; y con representación legislativa tanto nacional como provinciales, que se encuentra construyendo una alternativa política al kirchnerismo.
Buenos Aires, 18 de julio de 2008.-
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