viernes, 28 de marzo de 2008

INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO LANCETA EN LA SESIÓN SOBRE RETENCIONES AGROPECUARIAS (RESUMEN)

Resumen de la versión taquigráfica de la intervención del Diputado Nacional Rubén Bebe Lanceta ( U.C.R ) en la sesión del 26 de Marzo de 2008 en el debate, sobre retenciones agropecuarias

Sr. Lanceta.- Señor presidente: agradezco al señor presidente de mi bloque haberme honrado con la posibilidad de cerrar este debate desde nuestra posición
Estamos hablando de política, además de la cuestión puntual que nos convoca, que desde luego fue ampliamente debatida. Pero ahora, sobre el final, se introdujo una cosa novedosa: se habló de mediocridad.
Diputado Katz: nos conocemos de muchos años de militancia, cuando vos no habías cambiado, y te digo que el principio elemental del mediocre es la falta de convicción, y vos no tuviste convicciones. (Aplausos.)

Sr. Lanceta.- Este es el resultado de la política argentina de hoy. Si no hay calidad política la sustituimos por la hipocresía, porque con los mediocres no se construye: son ayudas coyunturales que al primer atisbo de que el barco está por naufragar son los primeros en abandonarlos. (Aplausos.)
Estas son las características que hay que desterrar de la política argentina. Felicito a los compañeros justicialistas y a los de todos los bloques que son militantes de convicción, porque la verdad es que aquellos que, habiendo juramentado pertenencias partidarias, por razones personales u otras dieron el salto de la noche a la mañana, destruyeron la imagen de la política ante la gente. Hoy tenemos básicamente un problema político, que excede en mucho la cuestión del paro agrario.
Este paro agrario es un detonante. Advierto que se ha instalado en la República desde hace varios años -y ha reafirmado la señora presidenta- un discurso confrontativo, que, fue dividiendo a la sociedad como una forma de acumulación de poder político.
No lo juzgo, simplemente no lo comparto.
Debo decirles que el discurso presidencial, por su tono, forma y expresión, casi ocultó algunos de sus contenidos. Confieso haberlo impreso para leerlo luego tranquilamente.
Esto despertó una suerte de ira colectiva, y es verdad que los ciudadanos de Buenos Aires que salieron a manifestar no tienen puntos demasiado en común con el agro, ni tienen historia sociológica o cultural en común.
Se despertaron algunos fantasmas tras percibir que no se quería retroceder en ninguna circunstancia.
¿No será que se acordaron de D’Elía o de algún otro piquetero? ¿No se habrán acordado de que retaban a los porteños argumentando que no sabían votar porque no votaban al partido que estaba en el gobierno? Tantas cosas pudieron haber sido.
La realidad es que el conflicto se ha nacionalizado, y la mediación es lo sustancial de la política. Si fallamos en la gestión, fallamos en la mediación política.
La mejor forma de solucionar los conflictos es a través de la democracia, pero esto se hace con un gobernante virtuoso, y la primera cualidad que tiene que tener la virtud para ser tal es la prudencia.
La prudencia indica que la antinomia “oligarquía o pueblo”, que se trató de instalar en estos días, o “pueblo o campo”, como aquí se dijo, son falacias.
Si los cientos de miles de chacareros y empleados que están en las rutas de la República conformaran la oligarquía nacional, les doy una mala noticia: nosotros no estaríamos sentados en este recinto, otra sería la situación, y quizás tampoco la presidenta sería la que tenemos, y no sé si la hubiéramos elegido.
Hoy escuchaba con nostalgia al señor diputado Viale cuando hablaba del “Grito de Alcorta”. En 1912 se luchaba por las situaciones de presión; obviamente son distintos los paradigmas. Eran hombres que lo hacían no por sí mismos sino por el trabajo, por los estudiantes, por el futuro de sus hijos, por la seguridad que ellos nunca tuvieron.
De manera tal, señor presidente, que si nuestros gringos, vascos y gallegos chacareros son la oligarquía –o así los calificamos vivimos en una campana de cristal, o estamos tratando de venderle a la gente un discurso y alejando cada vez más la política de la gente.
Venimos a sumar, señor presidente, y creo que este conflicto es mucho más grave que lo que suponemos porque ayer y hoy hubo sangre en Plaza de Mayo -con gente viva, por suerte-, Ayer un periodista fue agredido, y hoy, otro. Además ,veo que la policía no estuvo allí para controlar y contener. Vi que el jefe de la patota parapolicial neooficial, D’Elía, va cotidianamente a recuperar la plaza para quienes son los amigos del poder. ¿Dónde se ha visto esto? ¿Qué pueblo democrático soporta esto? ¿O me van a decir que D’Elía es el campeón de la democracia social participativa y que genera espontáneamente adhesiones para ir a pegarle en la cara al pobre ciudadano que, equivocado o no –cada uno lo calificará como le plazca , tiene derecho a manifestarse? Todas estas cosas son graves. La República está militarizada.
Sr. Lanceta- Les doy una mala noticia: ya hay gendarmes en casi todos los cortes de ruta importantes.
Va a haber más: mañana vienen cien novillos gordos y viejos de los campos de la armada de Azul en camiones contratados por un secretario de Moreno, previo apriete a varias empresas de la zona ofreciéndoles helicópteros y cuerpos de la Gendarmería para protegerlos y traerlos. Eso va a generar conflictos y violencia.
Estamos frente a una grave situación y hay que resolverla. La forma de resolverla, tal como se dijo aquí, es el diálogo, y para dialogar hay que saber bajar el copete, como se dice en el campo. Hay que tener esta cuota de humildad y de prudencia.
Estamos discutiendo el cuánto, estamos discutiendo un modelo de país, un modelo de crecimiento agropecuario, tal como decía el señor diputado Lozano, y quiero decir que comparto plenamente su discurso.
En ese escenario tenemos que sentarnos todos: el pacto social, pero con los partidos políticos adentro.
Sr. Lanceta.- No quiero pacto social sin partidos políticos. En ese escenario podemos trabajar, debemos trabajar.
Como decía mi presidente: no es negocio para nadie que se precie de demócrata que se desgaste el Poder Ejecutivo.
Señor presidente: para terminar, quiero decir que a la democracia tenemos que construirla entre todos. El rol del Parlamento es importante.
Para terminar quiero decir, en relación con el Grito de Alcorta, que se funda en la garganta de los herederos pero también en el reclamo de los excluidos por este modelo, es decir, trabajadores, estudiantes y profesionales, porque los empresarios de las economías regionales no se resignan y aspiran a lograr una Argentina para todos en la que se conjugue el verbo “soñar” e imperen la justicia, la ética, la solidaridad y la prudencia por sobre todas las cosas. (Aplausos.)

PARA RECIBIR LA VERSIÓN COMPLETA DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO LANCETA, SOLICITELA EN LA SECCIÓN COMENTARIOS DE ESTA NOTA.

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